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De la guerra arancelaria de Trump se pueden beneficiar algunos de los rivales de Estados Unidos, como China, que ya tiene una gran capacidad comercial y tecnológica. Y a Bruselas se le acumula el trabajo: al plan de rearme para reducir la dependencia en defensa que tiene de Washington se suma ahora el frente comercial que abre el que hasta ahora ha sido su principal aliado.Pocas veces se ve a tantos gobiernos contestar a un mismo tiempo al mismo país. Ante la guerra la Comisión Europea llama a los 27 a filas, un llamamiento a la unidadDe momento la postura más beligerante es la de Francia. El presidente Macron pide a sus empresas que suspendan las inversiones en Estados Unidos.Al otro lado del mundo, destaca la calma de China. A pesar de ser uno de los países más castigados un portavoz dice que están dispuestos a hablar, ofrecen diálogo. Esta vez Canadá no estaba en la lista pero responde con un 25 por ciento de aranceles a los coches estadounidenses como respuesta a los aranceles anteriores.Hay castigos hasta para el estado diminuto de Leshto: el que más, con un 50 por ciento.

-Redacción-