Atlas agencia

Más de 30.000 manifestantes se congregaron el sábado 7 de septiembre en la capital de Corea del Sur bajo un calor abrasador, exigiendo al gobierno una acción más agresiva para combatir el calentamiento global. Con temperaturas que superaban los 30 grados centígrados, jóvenes y mayores se manifestaron en la mayor manifestación del país en lo que va de año, colapsando el tráfico en el centro de Seúl, que estaba en alerta por altas temperaturas. Organizada por el Comité del Grupo 907 de la Marcha por la Justicia Climática, la protesta siguió a la sentencia dictada el mes pasado por el Tribunal Supremo de Corea del Sur, según la cual la ley nacional sobre el cambio climático no protege los derechos humanos básicos y carece de objetivos para proteger a las generaciones futuras. Corea del Sur, que pretende ser neutra en emisiones de carbono para 2050, es el mayor contaminador de carbón después de Australia entre las grandes economías del Grupo de los 20, con una lenta adopción de energías renovables. Kim Eun-jung, miembro del comité organizador de la protesta, explicó que este año los manifestantes habían elegido la popular zona financiera y comercial de Gangnam para que sus voces fueran escuchadas por las numerosas grandes empresas que allí operan y a las que el grupo culpa de las emisiones de carbono.

-Redacción-