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Se nota en Sevilla, pero también en Roma, en Tokio, en Sarajevo, en Tunez o en Baja California. El sol es el mismo para todos y esto afecta a todos: el planeta está batiendo nuevos récords de calor. El pasado domingo 21 de julio, 17.09 grados de media, que superaron el récord anterior del 6 de julio del año pasado. "Acabamos de vivir el día más cálido de nuestra historia reciente, el 21 de julio", decía el director de Copernicus, el servicio de cambio climático de la Unión Europea. "Y puede que se supere en los próximos días", advertía. Dicho y hecho. El lunes 22, nuevo récord: 17.15 grados de media en el planeta. Los datos se comparan con la media registrada desde 1940 y se obtienen combinando modelos de predicción con observaciones de satélites y estaciones meteorológicas de todo el planeta. Porque hablamos de temperatura global. Por mucho que este verano en España parezca llevadero, si se abre el foco y se mira alrededor, se puede ver que los efectos del calentamiento global siguen ahí. El verano pasado había una excusa: el fenómeno de El Niño, pero ya se fue, recuerdan los climatólogos, y las temperaturas siguen subiendo. La explicación está en unos mares cada vez más calientes. Todo está conectado. De hecho, venimos de los 11 meses más cálidos en el planeta. Uno tras otro han batido su propio récord después de un año, 2023, que fue el más cálido registrado nunca. Los climatólogos no quieren hablar de récords sino de tendencias, y la del calentamiento del planeta, dicen, ya es imparable. 

-Redacción-