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Las sirenas suenan en Kiev. La embajada de Estados Unidos ha sido la primera en anunciar el cierre temporal de sus instalaciones por información concreta sobre un posible ataque ruso. España también ha tomado esa decisión. La tensión es máxima -a la espera de una respuesta de Moscú- después de que Ucrania lanzara ayer por primera vez misiles estadounidenses de largo alcance ATACMS contra territorio ruso. Moscú ha dicho que habría consecuencias si Ucrania utilizaba los misiles estadounidenses contra su territorio. Y Vladimir Putin ha dado un paso más con cambios en la doctrina nuclear del Kremlin para permitir poder responder con armas nucleares a un ataque convencional contra Rusia. En este contexto, Francia y Reino Unido se abren a que Ucrania pueda usar sus misiles en suelo ruso en un tablero geopolítico al que se han sumado soldados norcoreanos en el lado de Moscú. Y ante la incertidumbre por la llegada de Trump a la Casa Blanca. El presidente Zelenski ha reconocido que cree que Ucrania perderá la guerra si Estados Unidos recorta su ayuda militar.