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Pedro Sánchez y Fernando Grande-Marlaska coincidían ayer por la tarde en la reunión del Consejo de Seguridad Nacional. El ministro del Interior tiene que pasar el trago de asumir la rectificación a la que le ha obligado Moncloa con el contrato de las balas israelíes. Sus compañeros eluden entrar en qué responsabilidad debe asumir Marlaska, ni siquiera los de Sumar, que hace dos días le exigían explicaciones. Sí se las exige el Partido Popular. El Ministerio del Interior siguió adelante con el contrato con la empresa israelí a pesar de que el 29 de octubre de 2024, cuando se publicó la existencia del contrato, salió inmediatamente con un comunicado asegurando que habían “puesto en marcha el proceso para rescindir la adjudicación..." de ese contrato con la empresa israelí. Incluso a Sumar se lo ratificó por escrito Marlaska mes y medio después, el 11 de diciembre. Pero no fue así y el pasado 18 de abril, Viernes Santo, el portal de Contratación del Estado publicaba que el contrato se había formalizado. Las explicaciones de Interior se basan en que rescindirlo supone pagar todo sin recibir el material. Aunque, según la ley de contratación, hay que abonar entre un 3% y un 6% del total del contrato.

-Redacción-